miércoles, 6 de diciembre de 2006

Viajar


Se aleja por un tiempo, un viaje a sus raíces, un viaje al pasado; a su niñez, a la adolescencia, a su primera juventud.

El brillo de sus ojos era distinto, va en busca de su pasado.

Se aleja de la cotidianidad, de la rutina y se adentra, sin volver la mirada, en el túnel del tiempo de su vida.

¡Es tan feliz allí!

Los recuerdos de su vida se idealizan y se rodean de un halo mágico, de fantasía.

¿Dónde estoy yo?

2 comentarios:

Unknown dijo...

Yo también creo en los viajes de la memoria: para recobrarla, para recuperar las cosas que nunca debieron olvidarse y poder seguir construyendo nuestro presente.
Siempre el futuro y el presente son mejores, pero sólo podemos compararlos si conocemos el pasado.
Salud!

Anónimo dijo...

Hay lugares en donde nunca estaremos tal vez,pero nadie nos impide poder descubrir otros lugares nuevos...
Un beso...